Cenas Ligeras: Calabaza del Cuatro

En el mundo del campo dicen que nadie se muere de hambre. Todo el mundo tiene algo plantado en una huertita, puerros, cebollas, papas, lechugas, perejil, zanahorias y un montón de productos más. Y la gente que se conoce se va intercambiando, al modo antiguo del trueque.

Por estas fechas te doy yo a ti limones y la próxima vez te llevo yo tomates. Y así un largo etcétera. Todo esto es un acuerdo que no se habla. Sino que pasa, sin más. Y me resulta curioso.

En vacaciones, en casa de mis padres, me sorprendo cuando abro la puerta por la mañana y parece que soy el niño Jesús, María y José. Una caja de uvas, un saco de papas, una bolsa de tunos hermosos y con los picos quitados. Un calabacín, una bolsa de peras. Y así un sin fin de cosas. ¿No es una suerte inmensa?

Y así, varias veces tienes la suerte de que saltan de una isla a otra. Y así me trajeron este trocito de calabaza que aproveché sin pensarlo en esta cena ligera y riquísima!

Ingredientes:

Ya anoche el Señor Calabazo estuvo metiendo las narices (o la sonrisa) en Facebook y al final me lo comí! 

• 400 gr. de calabaza
• 4 dientes de ajo
• 4 toques de pimienta
• Sal
• Cucharita de orégano
• Un chorrito de aceite de oliva. 
• Queso rallado

Preparación: 

1. Preparamos el wok con aceite y calentamos.
2. Pelamos los ajos y cortamos chiquitos, ponemos en el wok y dejamos dorar mínimamente.
3. Pelamos y cortamos la calabaza en cuadros medianos. Agregamos al wok y salpimentamos. 
4. Dejamos dorar a fuego medio. Que no cunda el pánico si menguan casi a la mitad. Que estén blanditas y doradas. 
5. Espolvoreamos con orégano.
6. Y al sacarla, rallamos queso encima. Yo usé Gouda Curado.

Disfruten de los pequeños momentos!