Churros para el desayuno.

Las mañanas de los domingos me resultan de lo más placenteras. 

Tranquilidad, desayuno más que completo, brisa fresca y unos rayos de sol la mar de deliciosos entrando por la ventana a las 9:00h. 

Pero si esto, que de por si es un amor, lo aderezamos con buena compañía, una conversación para arreglar el mundo y unos churros (los míos pasados por azúcar, gracias!)!!!!!! Ya puede sonar esto y empezar el día perfecto y hasta incluso llenarte de energía suficiente para afrontar la semana a tope. Eso si, no olviden ir a dar un paseo para que los churros no se nos adhieran a la panzola. 

Estos churros no pueden ser más faciles de preparar. Eso si. Era la primera vez que los hacía con esta receta, que cogí de algún lado que no recuerdo y por alguna razón no incluía la levadura. Hasta que hice la primera rueda y me di cuenta que parecían galletas  más que churros. 

Al agregarle la levadura la cosa cambió mucho. Y quedaron deliciosos. Crujientes por fuera y esponjosos por dentro. 

Ingredientes:

• Una vaso de agua
• Un vaso de harina
• Una pizca de sal
• Cucharita de levadura en polvo
• Aceite para freír

Preparación: 

1. Ponemos la sal y junto con  el agua a calentar hasta que hierva. 
2. Agregamos de golpe la harina y la levadura y mezclamos hasta conseguir una masa.
3. La metemos en una bolsa (o una manga). 
4. Ponemos abundante aceite a calentar bien. 
5. Cortamos la esquina de la bolsa y hacemos una rueda así dentro del sartén.
6. Sacamos cuando estén dorados, sobre papel absorbente para quitar el exceso de grasa y cortamos a nuestro gusto. 

Disfruten de los pequeños momentos!