Flan casero, de toda la vida.

Muchas veces nos olvidamos de que en lo básico está el origen.

Y yo, que soy muy básica y adoro las cosas más simples y precisamente son esas las que me hacen feliz valoro infinitamente los rayos de sol, los amaneceres, el chocolate, la hora de la ducha, la brisita entrando por la ventana, los besos, una canción que me ponga los pelillos de punta, un libro que me haga despertar la curiosidad, la sonrisa de la gente que me rodea...

...y entre ellas, este flan. Tan básico, simple y perfecto. 

Es curioso que siempre he defendido aquello de "no me gusta mucho el flan". Pues me retracto. Digo que me encanta, que está delicioso y que me enamoré.

Les cuento cómo lo hice.

Ingredientes: 

• 1/2 litro de leche
• 4 huevos
• 2 cucharadas de azúcar 
• Cáscara de un limón
• 1 cucharita de canela 
• Caramelo líquido para el molde (y para echarle a chorrete cuando lo vayas a comer!)

Preparación:

1. Encendemos el horno a 175ºC y llenamos la bandeja de agua (ya que lo haremos al baño María) 
2. Ponemos la leche a hervir con la canela y la corteza de limón. Y dejamos entibiar en un bol para que infusionen los sabores. 
3. Cuando ya esté al menos tibia la leche, sacamos la corteza de limón. 
4. Agregamos los huevos y batimos con una batidora de varillas, hasta conseguir una mezcla homogénea. 
5. Necesitaremos un molde apto para el horno y que tenga tapa. Lo embadurnamos con caramelo líquido y vertemos la mezcla. 
6. Al horno, a 175ºC yo lo tuve 40 minutos. 
7. As sacarlo, lo desmoldamos con muchísimo cuidado y lo metemos en la nevera para que enfríe bien.