Pero no quiero que salgan telarañas en el blog, que ya veo las esquinas perjudicadas.
Así que me relajo un ratito y les cuento algo que hago cuando preparo croquetas, que es verdad que no son demasiadas veces, porque mi madre me surte con las suyas que son las mejores del mundo. Y vamos, no las cambio por nada.
Yo utilizo esta técnica, que es muy sencilla y hace que no nos salgan unas enormes y otras chiquitísimas.
Lo primero es poner nuestra masa, en el ejemplo utilicé estas, dentro de una manga. Nos puede servir tranquilamente una bolsa de las de congelación. Y le cortamos la punta grandota, del grosor que queramos las croquetas.
Luego, en una bandeja ponemos pan rallado, para que no se nos pegue la masa al fondo. Y hacemos hileras.
Cuando las tengamos sólo cortamos, mejor con un cuchillo que una pala como hice yo las primeras.
Y luego le damos forma con las manos, pasamos por huevo y pan rallado, como siempre y listas nuestras croquetas perfectas.
Y croquetas listas para zampar. Yo hago unas cuantas y las congelo, para ir sacando según me hagan falta.
Ya había visto antes esa forma de hacer croquetas, pero nunca me ha dado por ponerla en práctica. Creo que la próxima vez lo probaré, porque siempre acabo pringándolo todo con la masa, jajaja.
ResponderEliminarBesos!
Una idea estupenda! Yo las hago a mano y la verdad es que salen cada una “de su padre y de su madre”...
ResponderEliminarLas haces igual que yo!!!! Desde hace tiempo las hago así y quedan perfectas!!! Además de no volverme loca formándolas!!!!
ResponderEliminarun besote!!!
Es un truco muy apañado la verdad! Tomo nota.
ResponderEliminarUn beso.